Según el censo de 1990, en Estados Unidos residen más de 22 millones de “hispanos”, de los cuales la gran mayoría es de origen mexicano, principalmente chicanos, quienes crecen a una velocidad cinco veces mayor que el promedio nacional. A pesar de que la trayectoria de esta población es heterogénea y diversificada, continúa ocupando los peores empleos y percibe ingresos que representan dos terceras partes del que obtienen en promedio los anglosajones. A pesar de que el movimiento chicano perdió su fuerza original, nuevos actores sociales mantienen muchas de las demandas que le dieron origen, tales como educación, representación política, reivindicaciones comunitarias y antidiscriminatorias, y las luchas colectivas derivadas de reivindicaciones étnicas, de clase, de género y generacionales tienen una presencia importante en Estados Unidos. En El color de las sombras José Manuel Valenzuela Arce analiza las principales teorías sobre identidad, acción colectiva, modernidad - posmodernidad, y los estudios culturales, e investiga las identificaciones sociales que conforman la acción y los movimientos socioculturales de la población chicana, así como la reproducción del universo simbólico dominante y la reemergencia de posiciones racistas, xenofóbicas, heterofóbicas y supremacistas en Estados Unidos.