En este libro se resaltan las particularidades del análisis económico de la migración, con base en el estudio del vínculo entre el mercado laboral y los flujos migratorios en un contexto macroeconómico. Reconociendo que la migración mexicana es el resultado de una gran variedad de aspectos sociales, demográficos y muchos más, se retoma la motivación económica como determinante central en los flujos migratorios. Así, la obra explora el análisis teórico y empírico  de los determinantes de la expansión de la migración mexicana hacia Estados Unidos y los cambios recientes en los patrones de los flujos migratorios de trabajadores mexicanos, que se han presentado a partir de la recesión económica de 2008. Las conclusiones del trabajo resaltan la importancia de las características macroeconómicas, tales como el ingreso per cápita, las diferencias salariales, la tasa de desempleo y las redes de migrantes como factores económicos que explican la migración de trabajadores mexicanos. Por otra parte, se destaca que las oscilaciones en el desempleo en Estados Unidos y las políticas antimigratorias han presionado al mercado laboral de trabajadores mexicanos migrantes y han incrementado la migración de retorno de Estados Unidos hacia México. Otro aspecto económico importante se refiere al impacto de las remesas en la economía del país, que se caracteriza por su uso para el consumo de los hogares receptores y en menor medida para actividades de inversión o desarrollo de infraestructura.