El fenómeno de la irregularidad en la tenencia de la tierra urbana en los países de Latinoamérica, ha sido un elemento constitutivo del crecimiento de las ciudades desde hace varias décadas. Las causas de este fenómeno en México tienen orígenes diversos de índole económico, social, político y jurídico; en la expansión de los asentamientos irregulares han confluido el crecimiento demográfico, los bajos salarios, la escasez de tierra para vivienda económicamente accesible, la falta de sintonía de las normas de la planeación con las nuevas realidades locales. En Tijuana, la irregularidad ha sido particularmente intensa debido a la manera cómo se fue fraccionando el territorio a partir de la entrega de títulos promordiales en el s. XIX y a su gran crecimiento poblacional durante el siglo XX.