En el cuarto de siglo que se lleva desarrollando la migración irregular centroamericana de manera sostenida con destino a Estados Unidos, se han producido cambios en la forma de percibir el fenómeno. Lo que más ha llamado la atención en relación con los Gobiernos de México y Estados Unidos es su carácter masivo y el “riesgo” que representa para la seguridad nacional. Prueba de ello es el interés por medir los flujos a través de encuestas periódicas que van dando el pulso de la transmigración. Los académicos y las organizaciones defensoras de los derechos humanos de los migrantes ponderan la parte humana, el sufrimiento, las vulnerabilidades y los riesgos a los que se expone una población compuesta por jóvenes varones, mujeres, adolescentes y niños.
Este texto, producto del esfuerzo de muchos años de investigación, ofrece al lector nuevas pistas, nuevos datos que permiten tener una visión amplia de lo que es y ha sido la migración irregular centroamericana y de su caminar por México. Pone de relieve la necesidad de mirar de otra manera el fenómeno, de un cambio sustantivo en la política migratoria, que hasta ahora se ha centrado en medidas de contención negativa, es decir, sin considerar los factores primordiales que impulsan la migración.