¿Por qué en los últimos años los pueblos indígenas han explorado nuevos géneros musicales? ¿Qué impulsa a las comunidades indígenas a reconfigurar su identidad estética en términos culturales? ¿Cuál ha sido el resultado de estas transformaciones musicales? En el presente libro se intentará responder a estas interrogantes y a los procesos de cambio que han experimentado las músicas de tradición oral en diversas partes de México, particularmente en la frontera noroeste, donde también los pueblos migrantes, pese a no ser originarios de la región, por diversos motivos han tenido que dejar su territorio original para trasladarse a los estados del norte de México o a Estados Unidos.
Desde la cumbia, la chilena, el rock, el rap, la música tropical o el género ranchero, los pueblos indígenas del noroeste mexicano han volcado su interés por la música comercial con el deseo de buscar nuevas expresiones estéticas, pero también –paradójicamente- con-solidar sus músicas de tradición oral. Dichas prácticas, lejos de desestabilizar el sistema musical de estos pueblos, mayormente logran un diálogo y reafirmar una identidad artística basada en el intercambio como estrategia de difusión para hacer visible o, mejor dicho, audible su cultura musical.