Dentro del patrimonio cultural, el patrimonio industrial es un asunto que tiende a ser abordado desde una perspectiva meramente académica; sin embargo, se trata de un asunto concerniente a los sectores público y privado. En este sentido, la tensión es un rasgo constitutivo, pues tiene un rol fundamental en el surgimiento del patrimonio cultural e industrial, ya sea por lucha de clases, por las formas dominantes de mostrar el pasado a través de la memoria colectiva, o por la falta de continuidad de los proyectos que quedaron sujetos a períodos administrativos o a un planeamiento a corto plazo. Por medio de estudios que parten de las diversas ramas de las ciencias sociales y las humanidades (como la antropología, la sociología, la arquitectura, la arqueología y la historia), los autores que participaron en la conformación de este libro muestran su capacidad y habilidad para tejer alianzas virtuosas con los sectores no académicos (como la sociedad civil, las empresas privadas o los funcionarios y autoridades gubernamentales), ya que la gestión, preservación y conservación del patrimonio industrial no es posible ni deseable de manera unilateral.